La noticia que eligieron a la nueva novia del mundial fue exagerada por algunos medios de comunicación en Paraguay. La realidad es otra.
Lo dice el viejo dicho; El que golpea primero, golpea dos veces.
Cuando Larissa Riquelme fue elegida por la prensa extranjera como la novia del mundial en el 2010, el eco fue masivo. Periodistas de todo el mundo buscaron hablar con ella de forma casi desesperada. Recuerdo a una amiga, novia en ese momento de un corresponsal italiano en Buenos Aires, que me llamó desde Argentina para que le dé el número de celular de Larissa. También recuerdo los cables de todo el mundo, que luego de ver la célebre foto, preguntaban quién era la chica que guardaba el celular en los pechos, detalle que correspondía a una mera costumbre. Todo en 24 horas.
Posteriormente llegarían los viajes, los contratos, entrevistas importantes para medios extranjeros, como el reportaje con Jaime Bayly y el que le hiciera el brasileño Joao Soares, además de posar para cientos de tapas de revistas. Posteriormente vendría también Bailando por un sueño, de Marcelo Tinelli y el reality chileno Trepadores, además de varios otros programas extranjeros. Y es que ese furor se dio en forma espontánea. Nadie buscó ni nadie pensó. Larissa miraba un partido de futbol en la plaza de Asunción, un fotógrafo atento la capturó y BUM! Oh, sorpresa; Larissa famosa.
Ahora se habla de una nueva novia del mundial. El título lo buscó tener primero Fabiola Martínez, sin éxito. Pero desde hace una semana, vienen mencionando a Simone Villar en algunos portales. La prensa local se hizo eco con “bombos y platillos”, afirmando que Simone fue elegida como la nueva novia y asegurando que sucedió igual que el caso Larissa Riquelme.
No nos engañemos. No es igual. Y no lo expreso con mala intención. Pero creo que hay que decir la verdad en esto. No estamos ante ningún fenómenos con Simone, ni está teniendo el mismo eco que el que tuvo Larissa. Al menos por ahora. Puede pasar, obviamente. Y creo que en eso Héctor Ramos hace un buen trabajo, sabe vender a sus chicas. Pero creo también que no podemos estar poniendo ambas situaciones en la misma balanza por un simple capricho nacionalista.
Durante este mundial desfilaron un sin fin de “tilingas” que se pasaron haciendo el ridículo para lograr notoriedad. Las chicas de HR no se quedaron atrás y se unieron a ese furor.
Por más que lo nieguen, todas querían ser la nueva novia del mundial, incluyendo Ana Laura Chamorro que en Brasil repetía como disco rayado ante la prensa brasileña: “Larissa ja foi, Larissa ya foi” (Larissa ya fue). Pese al intento de llamar la atención, sus palabras se perdieron sin pena ni gloria.
En aquel día de inauguración del Mundial 2014, las chicas de HR no ingresaron al estadio, pese a la intención. Por ende, la notoriedad no fue mucha.
Pero la final del Mundial fue diferente. Simone ingresó y llamó la atención. Pero esa intencionalidad de buscar cámara hace la diferencia con lo que sucedió con Larissa en el 2010. Lo de Simone no fue espontáneo, por ende, la sorpresa fue menor, sólo basta ver los medios de comunicación internacionales. No hay fiebre de Simone. No existe ganas de saber quién es, como sucedió hace cuatro años. Tampoco es mucha la noticia. No existen entrevistas profundas, apenas un salpicado de fotos y moderadas entrevistas en algunos portales. Lo medianamente importante es la publicación de Fox sport. Pero fue sólo como un “toque” de color de lo que dejó el partido Alemania vs Argentina.
Voy a ser más específico. Uno ingresa a la página de la FIFA y pone en el buscador el nombre de Simone y no sale nada. No encuentra una sola noticia que haga referencia a la supuesta novia del mundial 2014. Sin embargo uno coloca el nombre de Larissa y encuentra una foto y el recordatorio de lo que fue en el 2010.
Lo mismo sucede con Jornal O Globo. Uno pone en el buscador el nombre de Simone Villar y tampoco sale nada. Y es uno de los diarios más importantes de Brasil, país donde se desarrolló el mundial. Curiosamente uno pone el nombre de Larissa en O Globo y salen 14 noticias relacionadas con ella.
También el diario alemán BILD. El buscador nada encuentra cuando se coloca el nombre de Simone Villar. Pero al colocar el nombre de Larissa se llega a por lo menos, cuatro noticias. Y esto se repite en Perfil de España, Clarín de Buenos Aires y El Observador de Colombia, entre tantos otros importantes medios.
Debemos ser justos. No podemos exagerar una noticia por el simple hecho de que nos gusta ver a una paraguaya trascender. Si es por nacionalismo, tenemos el nuevo éxito que la película paraguaya 7 Cajas obtuvo en Buenos Aires, donde se metió a la crítica en el “bolsillo”.
Bien por Simone, a no confundir. No deseo tirarla para abajo. Ojalá le salgan muchos contratos por el eco medianamente bueno que tuvo. Pero creo también que algunos medios de comunicación locales deberían ser más responsables y no exagerar los tantos sólo porque se trata de una paraguaya.
No hay un eco similar al 2010. Simone no es la nueva novia del mundial 2014 con un eco masivo.
No es malicia, sólo realidad.